Llegó la playa a París gracias a Channel
Un paseo por la playa, con los pies descalzos y el pelo suelto, fue la propuesta de Chanel para su colección primavera-verano 2019, que ha presentado este martes en el Grand Palais de París transformado en un caribeño paisaje paradisiaco.
El diseñador Karl Lagerfeld sucumbió a una cierta naturalidad en los estilismos, poco frecuente en sus colecciones, pese a los imprescindibles trajes en tweed y vestidos de lentejuelas que combinó con sandalias planas de piel y PVC transparente con el logo de la casa, que las modelos llevaron agarradas en la mano.
El amplio tamaño de la instalación permitió acoger a miles de invitados y ampliar la primera fila, en la que no faltaron las incondicionales de Lagerfeld, como las modelos Inès de la Fressange y Caroline Maigret, la cantante Vanessa Paradis, el músico Pharrell Williams con su mujer, Helen Lasichanh, y la actriz Pamela Anderson.
El desfile arrancó con dos estilismos clásicos en color hueso y en beige, compuestos por falda a media pierna, chaqueta larga marcada en la cintura con un cinturón de piel y, como apuesta en accesorios de la temporada, dos versiones en mini del bolso acolchado 2.55 con cadena de perlas, que se llevaron cruzados.
El alemán se permitió algunos golpes de tendencias, como mallas negras a media pierna, que combinó con amplísimas chaquetas masculinas de corte recto
En la paleta de colores dominaron el crudo y el negro, que impregnó los vestidos de noche a base de organza, seda y lentejuelas, y el camel para conjuntos de falda y top en punto, o el color verde mar, amarillo y rosa pastel.
En Chanel, además de las mallas y el bolso acolchado cruzado, se vieron otras prometedoras tendencias juveniles, como los sombreros y gorras de paja con ala ancha, tirantes a base de piedrecitas de mar, pantalones vaqueros caídos, más bien masculinos.
