5 rasgos que mantenemos de nuestros antepasados

De acuerdo con los científicos y la teoría evolutiva, los humanos compartimos antepasados con los chimpancés. Pasamos por una evolución donde terminamos siendo bípedos y sumamente desarrollados, sin embargo, aun conservamos algunos rasgos de nuestros ancestros.

1. El músculo palmar largo, es un ligamento que se activa cuando se junta el dedo pulgar con el meñique, aunque no todas las personas lo tienen por genética. Dicho rasgo se mantiene ya que en nuestro pasado lejano, teníamos garras para trepar y saltar de los arboles.

2. Pliegue epicántico, es una característica de la raza mongoloide aunque también se presenta en otras razas; es un pliegue que se extiende hasta cubrir el lagrimal aunque no tiene ninguna función más que recordarnos que venimos de una descendencia  evolutiva.

3. El músculo del oído o el punto de Darwin, permitía a los antepasados mover las orejas para detectar sonidos y su procedencia con más claridad. Aunque no todos podemos mover las orejas, pero si sabes de alguien que lo haga, ya sabes la razón.

4. Las muelas de juicio que tantas molestias nos causan también son un rasgo heredado, con el pasar del tiempo nuestra dieta se ha amoldado, anteriormente se necesitaban 32 dientes para masticar bien, pero ahora, nuestra alimentación actual es blanda y procesada.

5. La piel de gallina es una característica corporal de los primeros homínidos, de esta forma se protegían del clima, ya que al endurecerse los poros de la piel y adoptar esta forma, el calor interno se conservaba por más tiempo.