Ella no podía con su esposo quien tenía una pierna amputada y un extraño se acercó al lugar

Cuando una enfermedad grave ataca a uno de los integrantes de una familia, es un gran problema con el que lidiar; fuera de las preocupaciones obvias sobre la salud, se encuentran todo aquello que se deriva de la enfermedad. El problema se vuelve más grande cuando la persona que está enferma es uno de los cónyuges, pues se debe velar por el resto de la familia.

Esto fu exactamente lo que le pasó a Jennifer Austin y su esposo Donald, quien había de algunos problemas de salud por lo que tuvo que ser hospitalizado  por bastante tiempo, y lamentablemente tuvieron que amputar una de sus piernas. Sin embargo lo dieron de alta esa misma semana para su sorpresa.

Al momento de regresar a casa fue cuando se complicó la situación, pues Donald era un hombre grande y con sobrepeso, y su esposa y madre no tenían la fuerza necesaria para poder subirlo por las escaleras y meterlo a la casa. Y como recién estaba operado, Donald no tenía las fuerzas necesarias para poder entrar con las muletas como lo había planeado, por lo que al intentarlo solo logró quedar sentado en los escalones.

Mientras su esposa y su madre buscaban la forma de meterlo a casa, vieron a un hombre que pasaba por el sector en una camioneta, y las miraba fijamente, el hombre comenzó a dar vueltas en las cercanías hasta que entró a la propiedad y les ofreció ayuda. El hombre recogió a Donald de los escalones y lo llevó dentro de la casa, y su esposa estaba muy agradecida.

Sin embargo, el hombre no dejó todo hasta allí, a la mañana siguiente llegó nuevamente con su padre y les construyó una rampa para que Donald pudiera entrar y salir sin problemas con su silla de ruedas. El hombre se convirtió en amigo de la familia, fue un ángel para ellos en ese momento que brindó ayuda desinteresada. El tipo de personas que el mundo necesita en estos momentos.