Hoy es Sábado Santo
"Jesús yace en su tumba y los apóstoles creen que todo se acabó". Todo el día sábado su cuerpo descansa en el sepulcro Pero su madre, María, se acuerda de lo que dijo su hijo : "Al tercer día resucitaré". Los Apóstoles van llegando a su lado, y Ella les consuela. "
Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso".
Estas palabras pertenecen al Credo, una de las principales oraciones de la Iglesia Católica. Recogen la doctrina de ésta acerca del tiempo en que Jesucristo había muerto en la Cruz y no había aún Resucitado, que es el momento que se conmemora este día.
Son los días de la sepultura de Jesús y de su descenso al lugar de los muertos, es decir, de su extremo abajamiento para liberar a los que moraban en el reino de la muerte.
Este es el día de espera litúrgica por excelencia, de espera silenciosa junto al sepulcro que se manifiesta no sólo en la ausencia de celebraciones o símbolos visibles en las iglesias: el altar está desnudo, las luces apagadas. Culmina con la Vigilia Pascual, ya anochecido el día.
"El Sábado santo es un día de luto inmenso, de silencio y de espera vigilante de la Resurrección. La Iglesia en particular recuerda el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María. "
Ella representa la angustia de una Madre que tiene entre sus brazos a su Hijo muerto, pero no se puede olvidar en este momento ella es la única que conserva en su corazón las palabras del anciano Simeón, que si bien él profetizó que Cristo sería signo de contradicción y una espada le traspasaría el alma, también indicó que Jesús sería signo de resurrección.
Lo que los discípulos habían olvidado, María lo conservaba en el corazón: la profecía de la resurrección al tercer día. Y María esperó hasta el tercer día
Generalmente en las mañanas se realizan retiros de reflexión en torno a este tema, y la tarde resulta ser más bien de tranquilidad, oración y de espera al Jesús Resucitado
Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso".
Estas palabras pertenecen al Credo, una de las principales oraciones de la Iglesia Católica. Recogen la doctrina de ésta acerca del tiempo en que Jesucristo había muerto en la Cruz y no había aún Resucitado, que es el momento que se conmemora este día.
Son los días de la sepultura de Jesús y de su descenso al lugar de los muertos, es decir, de su extremo abajamiento para liberar a los que moraban en el reino de la muerte.
Este es el día de espera litúrgica por excelencia, de espera silenciosa junto al sepulcro que se manifiesta no sólo en la ausencia de celebraciones o símbolos visibles en las iglesias: el altar está desnudo, las luces apagadas. Culmina con la Vigilia Pascual, ya anochecido el día.
"El Sábado santo es un día de luto inmenso, de silencio y de espera vigilante de la Resurrección. La Iglesia en particular recuerda el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María. "
Ella representa la angustia de una Madre que tiene entre sus brazos a su Hijo muerto, pero no se puede olvidar en este momento ella es la única que conserva en su corazón las palabras del anciano Simeón, que si bien él profetizó que Cristo sería signo de contradicción y una espada le traspasaría el alma, también indicó que Jesús sería signo de resurrección.
Lo que los discípulos habían olvidado, María lo conservaba en el corazón: la profecía de la resurrección al tercer día. Y María esperó hasta el tercer día
Generalmente en las mañanas se realizan retiros de reflexión en torno a este tema, y la tarde resulta ser más bien de tranquilidad, oración y de espera al Jesús Resucitado