Este material hace posible la regeneración de tejidos musculares artificiales
La tecnología para fabricar Wolverines robóticos reales, con factor curativo incorporado, ya existe gracias a los físicos de la Universidad de California Riverdale y a la mente visionaria de Chao Wang, quien se inspiró en el personaje de los comics de Marvel para hacer la ficción realidad.
Hablamos de un material capaz de estirarse hasta 50 veces su tamaño o encogerse sin perjudicar su estructura, parecido a la goma y un excelente conductor de electricidad, puede responder a la intensidad de las corrientes eléctricas de forma controlada, lo mismo que hacen los músculos orgánicos al recibir señales desde el cerebro en respuesta a los estímulos. Este material es capaz de curarse por sí mismo, es decir que cualquier corte o daño puede quedar inadvertido después de 24 horas, inspirado en el mismísimo personaje de los X-Men.