El misterio del Mary Celeste
El Mary Celeste fue un barco de 31 metros y 282 toneladas de peso, construido en 1861, bautizado con el nombre de Amazon en la Isla Spencer en Nueva Escocia, Canadá. Algunos decían que el navío tenía mala suerte debido a las desventuradas situaciones que tuvieron en sus inicios, pues sus dos primeros capitanes murieron, el primero mucho antes de dirigir el barco, y el segundo en su viaje inaugural.
La desaparición de la tripulación del Mary Celeste ocurrida alrededor del 5 de diciembre de 1872, constituye aún hoy, uno de los misterios marítimos más célebres.
El Mary Celeste zarpó del puerto de Nueva York el 5 de noviembre de 1872, con una tripulación de 7 hombres, el capitán Benjamín S. Briggs y su esposa e hija de dos años. El barco trasportaba 1.701 barriles de alcohol industrial hasta Génova, Italia.
Luego de un mes exactamente, un barco que navegaba desde NY a Gibraltar avistó el Mary Celeste. El capitán del barco David Reed Morehouse, conocía a Briggs, por lo que al acercarse y percatarse que no había nadie en cubierta envío a sus hombres a revisar, pero no consiguieron nada. Todo parecía estar en orden, pero ni la tripulación, ni el capitán y su familia estaban en el barco.
Luego de remolcar el Mary Celeste hasta Gibraltar, examinaron el navío para encontrar una respuesta, pero nada parecía apuntar a una. Fueron muchas las teorías las que surgieron tras el incidente, desde que Morehouse se había puesto de acuerdo con Briggs para fingir su desaparición y cobrar el seguro, que la tripulación se había embriagado y habían matado al capitán y su familia para luego escapar en el bote salvavidas, pero la teoría que los jueces declararon oficial, supone que, debido a una fuga de gases del alcohol que transportaban, el capitán pensó que una explosión o envenenamiento iban a tener lugar y ordenó el desalojo del barco inmediatamente.
Pero hasta ahora, no hay una respuesta definitiva. Lo único sabido es que el capitán Briggs, hombre serio y religioso, su mujer, su hija Sofía de dos años y los siete marinos restantes, desaparecieron sin dejar rastro en la inmensidad del océano.