Panamá Ganó: Un Acuerdo Histórico por el Empleo

Panamá Ganó: Un Acuerdo Histórico por el Empleo

person access_timeDec 15, 2025 show_chart162 Vistas chatComentarios

Después de diez años, cinco negociaciones sin lograr acuerdos en la mesa del salario mínimo, trabajadores y empleadores volvimos a sentarnos. Y esta vez, Panamá ganó. No porque fuera sencillo —porque no lo fue—, sino porque entendimos que estábamos ante una oportunidad en la que o perdíamos todos, o ganábamos todos. Aquí no había espacio para vencedores o vencidos; había espacio para construir país.

En la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) siempre hemos sostenido que la empresa privada y el Gobierno deben trabajar de la mano. Hoy podemos decir algo aún más grande: la empresa privada, los trabajadores y el Gobierno logramos remar juntos para alcanzar un acuerdo que aporta estabilidad y un horizonte más claro para Panamá. 

En la mesa reconocimos que cada parte llegaba con objetivos propios: los trabajadores buscaban proteger su poder adquisitivo y los empleadores procurábamos la sostenibilidad de nuestras empresas. Pero más allá de las diferencias, encontramos un punto que nos unió: el bienestar general del país, ese que hace que la rueda siga rodando. Supimos hacer a un lado intereses particulares para concentrarnos en el bien común. Y ahí estuvo la clave para mantener la mesa viva, aun cuando por momentos estuvo a punto de romperse. 

También vivimos algo histórico para nuestro gremio. Si bien es cierto en el pasado habíamos participado como técnicos de las negociaciones en el equipo del sector empleador; esta vez, se nos dio un espacio como comisionado principal en la mesa y estuvimos allí, trabajando directamente, discutiendo, escuchando y construyendo consensos.

Desde el inicio tuvimos claro nuestro objetivo: preservar los empleos que existen y poder seguir generando nuevos puestos de trabajo. Para nosotros, el empleo no es un concepto técnico ni un número en una tabla; es nuestro motor. El empleo es nuestra obsesión, porque detrás de cada puesto de trabajo hay una familia, un proyecto de vida y un país que quiere avanzar.

El Gobierno también jugó su papel. Fue garante, acompañó, facilitó y ayudó a que las partes se entendieran sin imponer. Su presencia permitió que la conversación fluyera incluso en los momentos más tensos.

El resultado es un acuerdo que beneficia a miles de trabajadores, pero que también da aire a la pequeña y mediana empresa, que hoy más que nunca necesita estabilidad para poder seguir adelante.

Este acuerdo no es un punto final; es un punto de partida. Si pudimos ponernos de acuerdo en algo tan sensible como el salario mínimo, podemos ponernos de acuerdo en mucho más. 

Porque cuando Panamá suma, cuando dejamos los extremos a un lado y empujamos hacia el mismo lado, Panamá gana.



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